Los ecosistemas forestales y formaciones vegetacionales nativas son de gran importancia por su valor ecológico, económico y cultural, ya que son capaces de almacenar carbono, controlar inundaciones, purificar el agua y abastecernos con madera y otros productos, entre otros beneficios. Sin embargo, estos ecosistemas están sujetos a cambios producto de dinámicas naturales como también debido a acciones de personas: deforestación y degradación, extracción de madera sin criterios de sustentabilidad, y sustitución de bosque por otros usos. Por estas razones, el monitoreo es una herramienta que permite hacer un seguimiento del estado y desarrollo de los bosques y otras formaciones vegetacionales del país a través del tiempo, entregando información clave. Esto permite apoyar a los responsables de la formulación de políticas públicas y las comunidades en los territorios, en su gestión para el manejo sustentable de este patrimonio natural y su consideración en la planificación territorial a escala comunal y regional.